LAS VACAS DE LA SIERRA, UNA LECHE MUUUUUUUY SANA.

Tal cual, y es que tanta mala fama que se le está dando a la leche últimamente tiene que ver con  esta imagen. Tiene que ver desde el punto de vista saludable y  nutricional.

Y es que ahí radica el problema, en la diferencia que hay entre la leche de vacas como éstas y la leche de vacas "industriales". Éstas que viven en libertad y pastan directamente en el campo dan leche sin residuos químicos ni hormonales como resultado de su tratamiento y manipulación industrial, lo cual sí sucede con la leche de las vacas estabuladas en explotaciones de producción intensiva, ésas a las que he denominado "industriales".

Las diferencias de la leche que producen son tantas como las de su forma de vida y trata.
Diferencias que se notan por un lado en sus características organolépticas, con un sabor y olor mucho más naturales y que recuerdan a la leche consumida hace años en los pueblos, donde la leche se recogía directamente de la vaquería vecina, si no es que se ordeñaba directamente de vacas propias y se cocía antes de consumir.

Diferencias que  radican en su calidad nutricional también, ya que los diferentes tratamientos químicos y/u  hormonales que se emplean en las explotaciones a las vacas, modifican directamente la calidad de leche y por tanto la convierten en menos saludable que la leche de vacas como las de la imagen.

Así es que la leche NO ES MALA, sólo hay que estar informado y ser consciente y coherente a la hora de consumir alimentos.

Por desgracia no siempre es posible para todos consumir alimentos procedentes de animales que vivan en libertad, por tanto siempre que se tenga la posibilidad, sería interesante consumirlos, mientras que no sea así, no hay que dejar de tomar alimentos que nos aportan nutrientes esenciales para nuestra salud.