viernes, 22 de febrero de 2013

¡¡¡AÇUUUCAR!!!

El consumo excesivo o reiterativo de productos ricos en azúcares simples y refinados puede acarrearnos varios problemas de salud, que pueden ser desde pequeñas dolencias o molestias hasta convertirse en grandes preocupaciones o verdaderas enfermedades.

Empezando por donde empieza todo, la boca; los dientes son muy susceptibles ante este tipo de productos, ya que, el azúcar ataca la placa dental, destruyéndola al convertirse en alimento para la flora bacteriana bucal, que al alimentarse de los restos ubicados en la boca, no sólo comen estos restos, si no también pequeñas porciones de nuestra placa.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que este tipo de productos no suelen ser muy saludables, debido a que suelen ir acompañados de grasas saturadas, tipo trans, y suelen ser productos manufacturados y tratamientos tecnológicos a altas temperaturas, lo cual les aportarían una serie de sustancias que pueden tener alto potencial cancerígeno.

Además que en el global de una alimentación saludable, el consumo excesivo de este tipo de productos atribuyen a su acumulación en el tejido adiposo, lo cual puede favorecer la aparición de sobrepeso y posterior obesidad.




En contraposición, no hay que olvidar que las neuronas se alimentan de glucosa, que también la forma más rápida de aportar energía a nuestro organismo es por media del azúcar. Pero esto no quiere decir que haya que alimentarse de azúcares sencillos como tal.



 Es muy sencillo aportar este tipo de nutrientes en una alimentación saludable y equilibrada, ya que los vegetales, los cereales, las legumbres, frutos secos crudos son alimentos ricos en azúcares complejos y/o sencillos en mayor o menor proporción. Además de aportar otro tipo de nutrientes que ayudan a nuestro organismo a metabolizar de una forma idónea estos azúcares.